Mantener nuestras puertas en optimas condiciones es indispensable para que continúen brindándonos servicio por mucho más tiempo. Da el mantenimiento correcto a tus puertas de lámina o metal. Aquí te decimos cómo.
Muchas veces creemos erróneamente que una puerta de metal no debe preocuparnos por el mantenimiento. Sin embargo, conocer el mantenimiento que nuestra puerta necesita nos puede evitar gastos innecesarios.
Limpieza general
Es importante dar una limpieza general a toda la puerta. Incluyendo el marco y las cerraduras. Puedes apoyarte con paños húmedos para retirar todo resto de polvo y suciedad.
Recuerda secar muy bien tu puerta, no la dejes húmeda porque puede ser contraproducente.
Pintura
Revisa a detalle el estado de la pintura. Es común que con el paso del tiempo nuestra puerta presente ralladuras o raspones, dejala como nueva siguiendo estos tips.
- Lija la parte afectada
- Dale la primera mano de pintura. Asegúrate de que la pintura sea la misma con la que está esmaltada tu puerta.
- Permite secar y mira el resultado. Por lo regular con tres manos de pintura la puerta queda con el acabado deseado.
Abultamientos
Con el tiempo y el estar a la intemperie, nuestras puertas de metal pueden oxidarse y probablemente detectes abultamientos en la superficie de la puerta.
Si el abultamiento es solo superficial tiene remedio, lijando la puerta y aplicando un poco de pintura. Si el problema es mayor y ya se descompuso la lámina, lo mejor será cambiar la puerta o llevarla a un herrero para que solucione el problema.
Recuerda que además de la puerta es muy importante mantener la cerradura en excelente estado.
Acude a tu MN más cercano, seguramente encontrarás la puerta que estás buscando. Si necesitas mayor información pregunta a tu asesor confiable.