Lijar madera es un paso esencial antes de aplicar barniz o pintura, es un trabajo sencillo de realizar, sin embargo, no está de más conocer algunos tips que te podrían ayudar a mejorar el proceso.
Antes de lijar es importante tener conocimiento de la medida de la lija que requerimos para el trabajo que se va a realizar, las más habituales son:
- 40 y 50, grano muy grueso.
- 60 y 80, grano grueso.
- 100 y 120, medio.
- 150 y 180, fino.
- 240 y 400, muy fino.
El número de grano indica la capacidad abrasiva del papel, cuanto más fino sea el grano, menor será su capacidad de abrasión.
En la parte trasera del papel puedes revisar el grano, si es para madera o acero y si se puede trabajar mojada o en seco.
Puedes intercalar el lijado entre varias medidas de lija, por ejemplo: comienzas con una lija de grano grueso para rebajar la madera, y terminas con una lija de grano fijo para los acabados.
Una vez seleccionada la lija correcta, recomendamos usar un taco de madera o goma; facilita el trabajo, evita quemaduras en las manos y logra que el lijado sea uniforme con toda la superficie del papel.
Cuando comiences a lijar, recuerda hacerlo en dirección de la veta de la madera para lograr un mejor lijado.
Recuerda limpiar la lija de vez en cuando, dándole ligeros golpes contra una superficie, esto para desprender el polvo que queda atrapado entre los granos y dar más vida a la lija.