La ósmosis inversa es un proceso en el que, ejerciendo presión, se forza al agua a pasar a través de una membrana semipermeable de una solución con sales disueltas entre otros contaminantes a una solución menos concentrada, con la finalidad de purificarla.
En el mercado, existen diferentes tipos de purificadores de ósmosis inversa que nos ayudan a purificar el agua del grifo para consumo humano, lo que se traduce en un ahorro en botellones de agua.
Antes de adquirir un filtro de ósmosis, es importante analizar si invertir en él, resultará beneficioso en nuestro hogar.
Aquí te damos unos tips para elegir el que mejor se adecue a tus necesidades de consumo:
Primeramente, hay que prestar atención al material con el que está fabricado, que ostente licencias de sanidad, que cuente con mínimo 5 etapas en su proceso de purificación, y que la membrana esté dotada de un sistema de auto lavado para evitar la acumulación de bacterias.
Un punto sumamente importante, es saber cuánta agua se rechazará para obtener un litro de agua pura. Esto podemos determinarlo, tomando en consideración tres parámetros:
- La calidad del equipo, ya que entre mejor calidad tenga la membrana menos rechazo de agua representará.
- La presión del agua, si la presión es baja, el agua no puede filtrarse adecuadamente.
- Y finalmente, la calidad del agua en nuestra zona, ya que si esta es baja, la membrana debe trabajar más para eliminar los contaminantes y con una cantidad mayor de agua para desecharlos.
Debemos estar seguros que el agua que nos proporciona el filtro de ósmosis, cubre nuestra necesidad del vital líquido. Lo ideal, es que dispongamos de 3 a 10 litros de agua pura, principalmente por la cuestión del espacio. Éste último punto, va de la mano con el tiempo de llenado, a mayor presión de agua el tiempo de llenado será menor, lo habitual es de 10 minutos por litro.